miércoles, 30 de enero de 2008

UN MUNDO CON MUCHOS GUSTOS



FRANCIA ¡Feliz país el que puede enorgullecerse de tal riqueza culinaria!
Francia ofrece a la curiosidad de un sibarita un territorio inigualado de descubrimientos.
Si el ajo y el aceite de oliva están en las sartenes del sur de Francia, en el norte es el perfume de la “choucroute”, col fermentada, caliente que acoge al visitante. En el centro es un fumet de mostaza con carne de caza
Las materias primas de la comida francesa son las cebollas, las verduras, la carne y también las hierbas como el tomillo, el laurel, y perejil.
Sin olvidar los quesos: trescientas clases que pueden ser de leche de vaca, de cabra y de oveja. Siempre al final de una comida antes del postre hay una bandeja de queso.
Otros productos importantes son la trufa, el oro de la cocina, que es muy cara y se puede comer cruda o cocida, en rodajas o dados o picadita para las salsas, las carnes o los patés.
Los franceses son grandes amantes de las ostras, las degustan crudas con limón. La charcutería es muy importante dentro de la cocina francesa, pero lo que más es el “foie gras” símbolo de fiesta y de lujo. El foie gras es el florón de la gastronomía francesa.
Los dulces también son muy importantes: mil hojas, tarta tatin y también las crepes que se comen para el martes graso (el carnaval) o candelaria; son tradiciones muy antiguas.
Por último, los vinos son muy buenos y de reputación mundial: el más importante es el champagne que acompaña siempre a las fiestas.

Jean-Pierre Ambrosino, 2ºBásico.


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