jueves, 12 de febrero de 2009

Darwin y Argentina




Darwin encontró las primeras pistas de su teoría en Argentina
En el año en que se cumplen doscientos años de su nacimiento y ciento cincuenta de la edición de “El origen de las especies”, se preparan festejos en conmemoración al hombre que revolucionó la biología. Su paso por Argentina lo acercó tanto a animales prehistóricos como a la vida de los argentinos.
El 12 de febrero del 2009 se cumple el bicentenario del nacimiento del científico y naturalista inglés Charles Robert Darwin y el 24 de noviembre los 150 años del libro. La aventura científica del inglés comenzó con un viaje alrededor del mundo a bordo del Beagle. Estuvo once meses en Argentina y conoció la vida del gaucho.
En el marco de sus investigaciones y con sólo 22 años, el británico comenzó su estudio de las especies. Su paso por el país lo acercó a fósiles de la zona. "Estoy convencido de que los fósiles que halló en Punta Alta y en Monte Hermoso fueron los que le hicieron pensar seriamente en la evolución. En mi opinión, esos fósiles son la ‘primera Galápagos de Darwin’", comentó en su visita a Argentina Niles Eldredge, uno de los paleontólogos más reconocidos.
Darwin dejó algunas huellas de su viaje al país en uno de los primeros párrafos de El origen de las especies, el naturalista anota: "Cuando me encontraba a bordo del Beagle, como naturalista, estaba muy impresionado con ciertos hechos de la distribución de los habitantes de América del Sur y de las relaciones geológicas entre los habitantes presentes y pasados de ese continente. Me parece que estos hechos arrojan alguna luz sobre el origen de las especies".
Darwin se refería a los fósiles de armadillos y perezosos gigantes, roedores y camélidos antiguos hallados en Punta Alta y Monte Hermoso, cerca de Bahía Blanca. El inglés había llegado allí luego de que el Beagle hiciera una escala previa en Montevideo, en 1832, según publica La Voz del Interior.
Todas estas coincidencias de animales extintos y actuales fermentaron en la cabeza de Darwin durante los años siguientes. Luego, con la ayuda de los grandes anatomistas y paleontólogos de la época, pudo determinar que fósiles y especies vivientes estaban emparentados.
"Durante el viaje del Beagle, me había impresionado profundamente al descubrir en la formación de las pampas el parecido entre los grandes animales fósiles cubiertos con caparazón y los armadillos existentes... Era evidente que hechos como estos, al igual que muchos otros, podían explicarse bajo el supuesto de que las especies se modificaban gradualmente; el tema me obsesionó", escribió al final de su vida en su Autobiografía.

La vida de los argentinos según Darwin
El biólogo no sólo documentó los aspectos científicos de su visita al país. Hizo hincaié además en la vida de sus pobladores y cuestionó la Conquista del Desierto. "Esta guerra es harto cruel para durar mucho tiempo... Siéntese cierta melancolía al pensar en la rapidez con que los indios han desaparecido ante los invasores".

Más adelante dice: "Aquí todos están convencidos de que ésa es la más justa de las guerras, porque va dirigida contra los salvajes. ¿Quién podría creer que se cometan tantas atrocidades en un país cristiano y civilizado?".

En compañía de los gauchos, Darwin recorrió la pampa. Siempre manifestó su temor de ser atacado por aborígenes, aunque sostenía que la vida gauchesca tenía su encanto: "La vida independiente del gaucho tiene, sin disputa, un gran encanto. ¿No es nada eso de poder parar el caballo cuando se quiera y decir: ‘Vamos a pasar aquí la noche’?".

Pero también entendía que los gauchos, por la gran cantidad de caballos y comida que disponían, no sentían "la necesidad de industria" y que tenía muchos feriados. Darwin tampoco se llevó una buena impresión de la clase alta local: "En las clases elevadas se advierten la sensualidad, la irreligiosidad, la corrupción más cínica, llevadas al grado más alto. A casi todos los funcionarios puede comprárselos".

El inglés tuvo una entrevista con Juan Manuel de Rosas, responsable de la Campaña del Desierto, quien le entregó un salvoconducto para poder recorrer sin problemas el territorio. Rescató "sus virtudes como jinete", que le dieron fama entre los gauchos y aumentaron su "poder despótico".

Al llegar a Buenos Aires, Darwin parece deslumbrado por sus paisajes y edificios, pero también anota que atravesar un puente es un lujo: "Atravesamos el pueblecito de Luján, donde se pasa el río por un puente de madera, lujo nunca visto en este país".

En abril de 1834, el Beagle llega a Santa Cruz y luego a Tierra del Fuego. Allí presenció el retorno de tres aborígenes que habían sido llevados a Londres en un viaje previo por el capitán del barco, Fitz Roy. La idea era "civilizarlos". Pero al regresar, los aborígenes se sienten desconectados de sus compañeros. No entienden el idioma y se sienten avergonzados por su hermanos salvajes. Sin embargo, con el tiempo, Darwin volvió a ver a uno de ellos "convertido nuevamente en salvaje ojeroso, con su larga cabellera en desorden y desnudo". "Nunca he visto una transformación más completa y desastrosa", anotó.

Luego de salir de Tierra del Fuego, viaja a Valparaíso, Chile. Allí Darwin cruza los Andes y llega a Mendoza, donde conoce el bosque petrificado de Paramillos, en Uspallata. En tierras mendocinas conoció a la vinchuca que transmite el mal de Chagas. Algunos historiadores especulan que Darwin murió de esta enfermedad. "¡Qué disgusto se experimenta al sentir un insecto blando, que tiene cerca de una pulgada de largo, corretear por nuestro cuerpo!", escribió en su diario.

La aventura seguiría en Galápagos y el resto del mundo. Su teoría vió la luz 23 años después de finalizar el viaje, en 1859. Durante el siglo y medio siguiente se recolectó abundantes pruebas a su favor.

http://www.rosario3.com/tecnologia/noticias.aspx?idNot=45172

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Begoña.
Decírtelo y habértelo dicho antes.
P.D. Marina 2ºAv.

Anónimo dijo...

Que inteligentes son los ingleses verdad!!!!!!!!